Dr. Richard Hays
Notas del mensaje
En Juan 17:3 Jesús nos dice qué es la vida eterna. “…Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado…” Entonces, según Dios, la vida eterna es tener una relación con Él. Es como el matrimonio: La esposa y el esposo tienen una relación real; hablan, viven juntos, duermen juntos. Pero si ellos no viven juntos o no tienen una relación, pues no es un verdadero matrimonio. De la misma manera, lo que produce consecuencias en esta vida en la tierra y en la próxima, cuando este cuerpo termine, es mi relación con Dios.
Dios está anhelando tener una relación contigo, Él quiere que le hables pero también quiere hablarte; Dios quiere conversar contigo, Él quiere escucharte pero también quiere que lo escuches. Él es Espíritu y cada vez que Él te hable te hablará a tu espíritu; Dios habita en medio de ti, en medio de tu ser; entonces debes estar seguro que no te hablará en tu cabeza ni en tus pensamientos. Nuestras conversaciones con Dios no son como las que tenemos con las personas; Dios usa diferentes formas para hablarnos, pero ten por seguro que no escucharás a Dios en tus pensamientos, en tus ideas o en tu cabeza.
Dios quiere hablar contigo, Él quiere revelarte muchas cosas.
Salmo 139:16-18 dice:
“…Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo…” Dios ha tenido muchos pensamientos acerca de ti, aún antes de que nacieras. Y los pensamientos que Dios ha tenido acerca de ti son más que la arena del mar. A muchas personas puede sonarles exagerada esta idea: Que los pensamientos de Dios por ti y por mí se multipliquen más que la arena del mar; pudiera ser que se use esta frase en la Biblia en sentido figurado, sólo con la intención de resaltar la idea de que Dios ha pensado en nosotros; pero también puede ser que este hecho sea real. En un reloj quartz (reloj de cuarzo) hay más de 3,000 vibraciones por segundo; en dos segundos hay 6,000 vibraciones; en tres segundos encontraremos 9,000 vibraciones. Si esto es posible con un reloj, también creo posible que los pensamientos de Dios por mí se multipliquen más que la arena del mar… ¿Tú que crees?... ¡Dios ha pensado en ti y quiere una relación contigo! Dios formó un plan para tu vida antes de que nacieras:
1º. Dios te conoció: Tus habilidades, capacidades, tus destrezas.
2º. Dios formó un plan o un propósito para ti: Dios formó este destino con base en lo que ya está dentro de ti. Él primero te conoció; Él sabía que dones, talentos y capacidades tendrías y luego formó tu propósito. Pero Dios es un caballero, Él no te va a obligar a cumplir con este plan.
3º. El tercer paso que menciona este versículo es que Dios nos llama. De una u otra forma Dios llama nuestra atención para que nosotros volteemos a verlo, como cuando Moisés está apacentando las ovejas de su suegro y de repente ve una zarza en llamas, pero ésta no se consume. En el desierto puede ser normal que las plantas se incendien espontáneamente, pero cuando la planta se quema el fuego se extingue. La zarza que veía Moisés estaba en llamas pero no se quemaba y el fuego no se apagaba. Esto fue lo que llamó la atención de Moisés. Con nosotros Dios es igual, Él usa diferentes cosas para llamar nuestra atención; quizá un amigo que hace mucho tiempo no ves te llama por teléfono preocupado por tu alma o preocupado por la condición en la que te encuentras, pero es Dios quien realmente te está llamando. Dios te está llamando ahora mismo; por eso te encuentras leyendo este libro. Dios te ha conocido, te ha predestinado y ahora te está llamando. Una de las cosas a las que nos llama es a tener una relación con Él. Dios anhela tener una relación contigo; antes de que Él morara en ti, tu espíritu estaba muerto, tu espíritu era infructífero, tu receptor estaba descompuesto. Pero ahora Dios vive en ti; Él mora en tu espíritu, tu receptor ha vuelto a funcionar y estás listo para escuchar a Dios hablarte.
Éxodo 3
¡Dios te quiere hablar! Hay tres razones por las que Él quiere hablarte:
1. Para edificarte; para ayudarte a crecer.
2. Para consolarte; para apoyarte.
3. Para exhortarte; para animarte.
Quizá en el pasado te hayan enseñado que Dios es un Dios malo, que tiene su dedo puesto sobre la línea de tu vida esperando que te equivoques o que hagas algo malo para luego mostrarte su ira, pero yo quiero decirte que este no es el corazón de Dios. Necesitamos entender que la Biblia nos revela realmente cómo es Dios; cómo es ese Dios que quiere una relación contigo y Jesús nos ha revelado a un Padre, a un Dios que nos ama; que quiere nuestro bienestar y ha venido para procurar nuestra libertad para que podamos conocerlo.
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